Según destacó la cadena “BFM TV”, se registraron unos 30 incendios en ese campamento, que este lunes comenzó a ser desmantelado y evacuado por parte de las autoridades galas.
“Entre los inmigrantes es habitual quemar sus tiendas de campaña cuando se van”, indicó la prefecto (delegada de Gobierno) de Calais, Fabienne Bucco, que dijo que las advertencias de las fuerzas del orden para evitar que lo hicieran fueron en vano.
En los dos primeros días desde el inicio del dispositivo, que continúa hoy, se ha trasladado a 4.014 personas, entre las cuales había 772 menores, según el último comunicado del Ministerio francés del Interior.
La operación está previsto que dure una semana, y ayer se comenzaron a desmantelar algunas de las viviendas precarias, antes del paso de las excavadoras.
Las autoridades calculan que antes del inicio de su evacuación la zona albergaba a unos 6.000 inmigrantes, cifra que las organizaciones humanitarias elevan hasta los 8.000.
El primer ministro francés, Manuel Valls, indicó hoy en la emisora “France Inter” que su desmantelamiento es una “operación humanitaria”, llevada a cabo con “firmeza”.
Los integrantes de ese poblado chabolista son trasladados en autobuses a uno de los 450 centros provisionales repartidos por todo el territorio galo, donde son acogidos y se estudia sus demandas de asilo en Francia.
A cambio, se alejan de Calais, la puerta de entrada al Reino Unido, el destino que les llevó a instalarse en ese campamento durante meses, porque a su lado está la entrada del túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha y el puerto del que parten los ferris.
