Un concierto gratuito de una de las orquestas más prestigiosas de Brasil junto con presentaciones del coral y del ballet atrajeron en la mañana de este martes a una multitud a la Cinelandia, la céntrica plaza de Río de Janeiro ubicada frente a la sede del Teatro Municipal y que ha sido tradicionalmente palco de manifestaciones políticas.
Las presentaciones gratuitas fueron anunciadas por redes sociales como parte de una protesta de los funcionarios de la Fundación Teatro Municipal, que incluye la orquesta, el corro y el ballet, para llamar la atención sobre los atrasos en el pago de sus salarios, que no reciben desde febrero pasado.
El espectáculo que los artistas ofrecieron desde las escalinatas del propio teatro fue abierto por el coro, que interpretó el Himno Nacional, y prosiguió con la orquesta interpretando obras de Beethoven, Orff y Bizet.
Los artistas del Teatro Municipal figuran entre los funcionarios públicos más afectados por la crisis que obligó a la gobernación de Río de Janeiro a declarar una emergencia financiera en julio pasado, poco antes de los Juegos Olímpicos que esta ciudad organizó.
Afectada por la grave recesión del país, por la pérdida de las regalías petroleras que recibía, por los elevados costos de las obras para los Juegos Olímpicos y por los millonarias corruptelas que tienen en la cárcel al último gobernador regional, Sergio Cabral, el estado de Río de Janeiro se declaró en la quiebra desde el año pasado y no ha superado sus problemas financieros.
Pese a la ayuda financiera que ha recibido del gobierno central de Brasil, la gobernación suspendió varios contratos, paralizó varias obras y viene administrando mes a mes el pago de los salarios de los funcionarios públicos, con prioridad para profesores, policías y médicos.
La cultura al parecer quedó en el último renglón, según las denuncias hechas hoy por los funcionarios del Teatro Municipal.
Además de protestar contra sus salarios atrasados, los protagonistas del espectáculo callejero pidieron donaciones de alimentos no perecederos para algunos de sus compañeros que pasan por grandes dificultades.
“Llegamos a un punto en el cual los funcionarios no tienen dinero ni para venir a trabajar. Muchos están endeudados ya que están pidiendo préstamos para comprar comida”, afirmó el presidente del Sindicato de Funcionaros del Teatro Municipal, Pedro Olivero.
Los manifestantes divulgaron un manifiesto en el que denunciaron “la completa desorganización, el caos y la penuria financiera provocada por los sucesivos atrasos salariales”.
“La sociedad que paga sus impuestos es merecedora de una programación de óperas, ballets y conciertos con el nivel de excelencia que siempre nos propusimos. El arte es necesario para la vida, es un derecho básico de todo ser humano y esencial para una sociedad desarrollada”, agrega el manifiesto.