25 abr. 2024

“Un día le voy a contar que nació en el Buen Pastor”

Estela pidió que en esta nota usemos un nombre ficticio para proteger su identidad y la de su hijo.

Ella estuvo recluida en la cárcel de mujeres Casa del Buen Pastor por más de siete años y, según afirma, allí pasó una de las peores y a la vez mejores épocas de su vida.

Recuerda con mucha tristeza los años que pasó sin poder hacer uso de su libertad, pero los ojos le brillan de felicidad cuando recuerda que también estando en prisión el destino quiso darle una nueva oportunidad para vivir, ya que tras las rejas conoció al que hoy es su pareja, con quien formó una familia hace seis años.

Estela cuenta que se enamoró de su actual marido cuando este ingresó al penal a realizar un trabajo. Luego, el hombre la fue visitando en la privada del penal y meses después concibieron un bebé, que hoy tiene tres años.

El pequeño nació en el Hospital Materno Infantil de San Pablo, con guardias custodiando a su madre, que inmediatamente tuvo que volver a su celda, junto con el pequeño en sus brazos. “Al principio, juegan ahí y no entienden nada, pero luego ya se convierte en un lugar que no es bueno para ellos”, afirma la mujer, que ahora está peleando por reinsertarse en la sociedad, trabajando y cuidando de su familia.

Si bien actualmente está disfrutando de una nueva oportunidad, ella no olvida el tiempo que pasó en el penal y no piensa esconderle a su hijo. “Siete años estuve ahí y estoy tratando de salir adelante. Un día le voy a contar a mi hijo que nació en el Buen Pastor”, afirma.

Estela recuerda que los peores momentos en los dos años que estuvo recluida junto a su bebé, los pasó cuando este se enfermaba y tenían que separarse, por la imposibilidad de dejar el penal. “Como nosotras no podíamos salir, una funcionaria tenía que llevarle al hospital a nuestro bebé y quedábamos aguardando. Eso daba mucha impotencia”, añade.

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