Con un Lionel Messi a un nivel superlativo en cuanto a habilitaciones, Luis Suárez convirtió dos goles, Jordi Alba marcó uno y el crack argentino cerró la goleada por 4-1 ante el clásico regional.
El Barcelona fue superior a un rival que tuvo bajas determinantes para hacer su fútbol y nunca encontró la manera de frenar a los blaugranas, un equipo que jugó muy cómodo y que volvió a encontrarse con su mejor versión.
El pecado del Espanyol fue dejar demasiado espacio en la mediapunta para Messi e Iniesta, esto lo pagó con creces, ya que ambos hicieron estragos.
El Barça se despide de 2016 en la Liga en su estadio con buen sabor. Ha recortado tres puntos al líder, que tiene un partido menos, pero, sobre todo, destila buenas sensaciones.
En los otros dos partidos de la fecha en España, Leganés y Eibar igualaron 1-1 y La Coruña venció 2-0 al Osasuna.