El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) tiene a la vista al menos tres alternativas de solución para conectar la avenida Ñu Guazú con la autopista que conduce al aeropuerto Silvio Pettirossi. Sin embargo, lleva un año de indefinición, generando un importante atraso a la vía rápida que conectará Asunción con Luque.
El diseño original de un viaducto con cuatro rulos de descarga tuvo que ser desechado porque uno de ellos daba contra las graderías del Club General Díaz, de Luque. El club que milita en la Primera División del fútbol paraguayo se negó a ceder su terreno.
Ante esta dificultad, comenzó la búsqueda de alternativas para descargar los vehículos que transitan de Asunción con dirección a Luque para tomar camino al aeropuerto.
En junio del año pasado se completó el diseño de una alternativa que consistía en un giro largo de unos 1.300 metros por la ruta General Aquino y la apertura de un camino en un terreno municipal para volver a conectar con la autopista Silvio Pettirosi (ver foto superior izquierda). Esta opción impactaría en un 11,4% sobre el precio original del segundo tramo, de G. 85.000 millones, lo que daría un adicional de G. 9.700 millones.
Sin embargo, la aplicación de esta alternativa se vio dificultada por el hecho de que el mencionado terreno municipal de Luque está alquilado a una empresa privada.
En el MOPC surgió una segunda opción que resalta por su alto impacto económico y ecológico, ya que afectaría unos 15.000 metros cuadrados del parque Ñu Guasu, arrasando con una gran parte de la bicisenda del espacio verde.
Consiste en mudar parte del trazado de la autopista Silvio Pettirossi a unos 100 metros hacia el lado de Asunción, con lo que se tendría suficiente espacio para construir el polémico rulo sin afectar a la cancha del General Díaz. Esta opción tendría un sobrecosto de 34%, es decir, casi 29.000 millones más que el precio original.
Viaducto. Una tercera alternativa consiste en no afectar el trazado de la autopista, sino construir una rampa de descenso antes de llegar al cruce, realizar un recorrido en forma paralela a la autopista y construir un viaducto adicional que permita transitar rumbo al aeropuerto (foto superior derecha).
El costo de esta solución entraría dentro del 20% adicional que acepta la Ley de Contrataciones como addenda a la oferta original, explicaron en el MOPC.
Mientras se estudian las soluciones, la obra no puede avanzar más allá del 55%, cuando que debería estar en su etapa culminante.
Se estima que una vez definida la alternativa, se requerirán unos ocho meses más de trabajo, con lo que el plazo de entrega llegaría al 2015.
El segundo tramo, que va desde el arroyo Abay hasta la zona de Los Jardines de Luque está a cargo del consorcio Las Residentas.
El primer tramo, que arranca en el Jardín Botánico hasta el Abay, está a cargo de las empresas Tecnoedil, Heisecke y Ocho A.
La avenida tiene una extensión total de 6,3 kilómetros y su construcción es financiada con el Fondo Estructural del Mercosur. Se calcula por esta vía circularán 25.000 vehículos por día.