LONDRES - REINO UNIDO
Los movimientos de extrema derecha europeos culparon ayer a la canciller alemana Ángela Merkel y su política de puertas abiertas en favor de los refugiados por el atentado contra un mercado navideño en Berlín que dejó 12 muertos.
Las críticas a la jefa de Gobierno fueron acompañadas de demandas para poner freno a la inmigración y a los refugiados.
Dentro de la misma Alemania, Marcus Pretzell, dirigente del movimiento Alternativa para Alemania (AfD), habló de “los muertos de Merkel”. El político holandés Geert Wilders, líder del Partido para la Libertad (PVV), publicó en Twitter una foto de Merkel salpicada de sangre, poco después de que un hombre empotrara un camión contra el mercado navideño. Se creía entonces que el autor era un demandante de asilo paquistaní que acabó siendo liberado. La policía alemana buscaba a un nuevo sospechoso, un tunecino. “Nos odian y nos matan. Y nadie nos protege. Nuestros líderes nos traicionan”, escribió el político holandés recientemente condenado por discriminación, una sentencia que aumentó la popularidad de su partido, ya favorito a ser el más votado en las próximas elecciones de marzo.
te metiste en un lío. El británico Nigel Farage, gran amigo europeo del nuevo presidente estadounidense Donald Trump, también culpó a Merkel y acabó enzarzado en una discusión con el viudo de la diputada laborista Jo Cox, asesinada por un neonazi en junio. “Noticias terribles de Berlín, pero no son una sorpresa. Hechos como este serán el legado de Merkel”, escribió en Twitter el ex líder del Partido para la Independencia del Reino Unido (UKIP), antieuropeo y antinmigración.
Farage no respondió en la red social pero lo hizo más tarde en una entrevista en la radio en la que criticó a Cox.