La retirada de la UE generará no solo grandes quebraderos de cabeza jurídicos a las empresas, que se encuentran ante un largo periodo de incertidumbre que puede durar desde 2 años a una década y que les dificultará tomar decisiones de inversión. Londres, tendrá que redactar a toda prisa nuevas legislaciones que cubran la agricultura y la pesca, la competencia, las ayudas regionales y otras muchas áreas para evitar un vacío legal una vez deje de aplicar las leyes comunitarias. El sucesor del primer ministro David Cameron, que dejará su cargo en octubre, se encontrará con la difícil decisión de elegir entre diferentes opciones alternativas a la hora de diseñar las futuras relaciones económicas con la UE. Uno de los grandes dilemas será decidir si quiere seguir teniendo acceso al mercado único, en el que las personas, los bienes, los servicios y los capitales pueden circular libremente. efe