El Hipódromo Nacional de Maroñas en Montevideo fue, una vez más, el encargado de acoger la carrera, que se celebra desde 1889 y que, según los organizadores, es la actividad anual más antigua del país.
“Es un evento para Maroñas, para la hípica y en Uruguay es un evento nacional, es casi una fiesta. Es la actividad anual de más antigua tradición en nuestro país”, aseguró a Efe Gabriel Gurméndez, gerente general de HRU, empresa concesionaria del hipódromo.
La carrera tradicionalmente se lleva a cabo el día de Reyes y se trata de un evento deportivo del “más alto nivel internacional”, comparable con los premios clásicos de Ascot y Kentucky, según señaló Gurméndez.
“El Uruguay recuperó, para nuestra hípica, la categoría de tomo 1 internacional de la Federación Internacional de Autoridades de Carreras de Caballos (IFHA por sus siglas en inglés)”, señaló el empresario.
“La carrera de Ramírez y la carrera Ciudad de Montevideo, Jorge Batlle están categorizadas como del máximo ránking internacional”, añadió en ese sentido.
Este año, la carrera Ciudad de Montevideo llevó el nombre del expresidente Jorge Batlle (2000-2005), que falleció con 88 años en octubre de 2016.
Pablo Nuñez, miembro de la comisión hípica del Hipódromo Nacional de Maroñas, explicó a Efe que Gandhi di Job, el flamante ganador del Gran Premio Ramírez, “fue cotizado como segundo favorito” durante la previa a la carrera.
“Demostró que era un caballo de mucha valía y ahora, con más actividad y mejorado en su entrenamiento, demostró que es muy bueno”, sostuvo Nuñez.
Asimismo, agregó que el jockey, Federico Píriz, es un “clase A”.
“No tengo dudas de que podría estar corriendo a la par de cualquier jockey de Suramérica, sin ningún tipo de problema”, sentenció.
El Gran Premio Ramírez, que completó la lista de 19 carreras de la jornada, cubrió un total de 2.400 metros y contó con un pozo de juego de 4.172.574 pesos (unos 143.000 dólares).
Por su parte, Nuñez se refirió a las características del turf uruguayo que, en los últimos años, se caracteriza por la llegada de caballos de Brasil, Argentina y Chile.
“Es un turf bastante representativo en lo regional. Esa es la apuesta que tiene nuestro hipódromo, ser un centro regional de competencias”, aseguró el miembro de la comisión hípica del recinto.
La música, la gastronomía, los sorteos entre el público y los espectáculos circenses completaron el evento que, según Gurméndez, fue una “linda fiesta”.