Un emotivo choque se vivió ayer en Dos Bocas que tuvo todos los condimentos y a dos equipos, que a pesar de las numerosas variantes en sus equipos, no renunciaron a su patrón de juego y protagonizaron un intenso partido.
El dueño de casa golpeó dos veces en la primera parte con Marín y López, optimizando su poderío ofensivo y juego asociado. La movilidad de Novick por derecha, las incursiones de Contrera por izquierda, el desequilibrio de Marín por todo el frente y la siempre infalible ubicación de López en el área fueron las virtudes en ese tiempo.
Libertad careció de conducción del medio hacia adelante. Bareiro y Giménez no se pudieron conectar en casi todo el juego. La invasión de jugadores liberteños en el medio sector fue intrascendente y obligó a Jubero a cambiar de táctica en la complementaria.
Polémica. La segunda parte se vivió intensamente dentro y fuera de la cancha. El arbitraje nuevamente fue el centro de atención. Guaraní sufrió dos expulsiones (ambas con roja directa), discutibles las dos y el partido tuvo un giro. Libertad fue propietario del partido y arrinconó a Guaraní. Los gumarelos utilizaron todas las vías para llegar al descuento. Rolón y Bareiro, en la zaga aurinegra, terminaron con chichones en la cabeza, producto de todos los despejes en los últimos minutos. Medina marcó el descuento e instaló el suspenso en la Toldería para el hincha aborigen que sufrió hasta el pitazo final.
Merecido triunfo de Guaraní que tumbó el invicto de Libertad, que sigue en deuda en su juego y resultado.