Tuma, en coincidencia con su par colorado, diputado Bernardo Villalba –proponente de que los aportes individuales se disparen a 50.000 jornales– presentó como condición para aprobar la reducción del tope de los aportes y donaciones, limitar también la inversión de propaganda electoral en los medios de comunicación.
La reacción de Tuma fue en respuesta a su colega de la oposición, diputado Amado Florentín, del PLRA, quien había pedido reducir a solo 7.000 jornales mínimos el tope para apoyar económicamente las candidaturas.
Tuma dijo que el monto que se podría tomar en cuenta para limitar el gasto en publicidad de las campañas sea de USD 100.000.
Otra propuesta surgida sobre el punto fue la del diputado Bernardo Villalba que pidió que la Justicia Electoral ponga un canon común para el pago de los servicios de propaganda en los medios y que no discriminen “entre candidatos patrocinados por los medios y aquellos que son vilipendiados”, señaló tomándose como aludido entre los vilipendiados.
Al no haber un acuerdo, Tuma se adelantó en pedir el aplazamiento por una semana para confeccionar una nueva propuesta en comisión.
El pedido de los diputados se enmarcó en una suerte de revancha, debido al rechazo de la opinión pública a su pedido de aumento de los aportes electorales.