Señaló que las planillas entregadas a la institución electoral se consideran falsas, al menos muchas de ellas.
“Un elemento es que se necesita ver las firmas auténticas. Hay que cotejar. No se puede hacer nada con la copia original. Quisiera colaborar, pero no puedo si no tengo elementos”, apuntó.
Indicó que se necesitan las planillas originales, por un lado, y por el otro, las firmas reales de los que aparecen en las listas de manera a hacer un control de manera aleatorio.
“El TSJE puede mandar a verificar por qué tenía planillas originales, puede pedirme, o pedir a otra persona, para revisar las firmas en el prontuario policial para hacer por muestreo. Algo aleatorio. No se pueden agarrar 360.000 firmas. Con diez firmas que se tomen por muestreo ya es suficiente para demostrar falsedad. Se puede hacer pericia a cien firmas, una por hoja”, manifestó Trinidad.
inicio del bochorno. La primera denuncia en contra de la ANR fue la de la periodista Nicole Cofré, de nacionalidad chilena, quien mostró que su nombre y supuesta firma aparecieron en la planilla pro reelección.
Cofré fue a reclamar al TSJE y luego llegó hasta la Fiscalía para realizar la denuncia pertinente, porque desea que su nombre sea borrado de la planilla.
Otro caso se dio con Sonia Garnelli, una compatriota que vive en España desde hace seis meses. La mujer denunció que su nombre, número de documento y firma falsificada figuran en una de las planillas presentadas por la ANR en el órgano electoral, el pasado 13 de enero.
A esto se suman otros varios casos de falsificación de firmas. A la vez, el titular del PLRA, Efraín Alegre, dio a conocer que varias personas fallecidas estaban entre los firmantes de la planilla, lo que fue confirmado luego por el TSJE tras el cruzamiento de datos. El organismo detectó que 1.142 fallecidos firmaron los documentos.