PEDRO JUAN CABALLERO
Dos hombres y una mujer fueron ejecutados a balazos en la mañana de la víspera, en la zona de frontera, entre Paraguay y Brasil.
El hecho ocurrió en la línea internacional, en el camino hacia la ciudad de Zanja Pytá, a unos 10 metros del hito que divide ambos países, en el lado brasileño.
Según la Policía Civil del vecino país, todo ocurrió en el interior de un automóvil de la marca Fiat, modelo Palio, chapa OOR-5521, del municipio de Ponta Porã. Las víctimas viajaban rumbo a Dourados, del estado de Mato Grosso del Sur, de acuerdo a los datos.
víctimas. En el rodado, el interno con régimen semiabierto, identificado como Antonio Manuel Martins de Almeida, de 65 años, llevaba consigo como acompañantes a la pareja conformada por Vania Gloria Brítez Giménez (24) y Edriano Augusto de Jesús (29); todos ellos de nacionalidad brasileña. En el vehículo también estaba una cuarta persona, quien resultó ser el autor de la muerte de los otros ocupantes.
Esto se presume por la forma en que ocurrió el crimen, sobre todo, considerando que ningún solo vidrio del auto Fiat implicado se rompió, explicaron investigadores.
Dos de las víctimas del asesinato fueron halladas en el asiento trasero, mientras que la tercera cayó al costado del automóvil, cuando intentó escapar del interior del rodado.
investigación. La Policía Civil y Militar brasileña, además de agentes de la Policía Nacional de nuestro país, se hicieron presentes en el lugar ubicado en la zona de frontera a los efectos de levantar evidencias para encarar una investigación conjunta.
Para el servicio de investigaciones generales (SIG) de la Policía Civil, el objetivo del ataque era en realidad Antonio Manuel Martins, que cuenta en sus haberes varios antecedentes policiales y se encuentra guardando reclusión por tráfico de drogas.
El mismo cumple actualmente un régimen semiabierto y en la mañana de la víspera salía de su encierro rumbo a la localidad de Dourados, a 100 km de la frontera, para pasar tiempo con sus familiares durante el fin de semana.
Los cuerpos de los fallecidos fueron derivados hasta el Instituto Médico Legal, de Ponta Porã. Por otra parte, las vainillas de calibre 9 mm –en total 16– fueron levantadas del interior del rodado en donde ocurrieron las ejecuciones.