Don Papalo, como se lo conoce cariñosamente, lo vio nada más y nada menos que al gran Arsenio Erico en los años 40; Lilo ya compartió con su padre la primera experiencia copera en el 83, quien, a la vez, junto con su papá y su hijo Sergio sufrieron con el descenso, pero ¡cuánto gozaron con el título del 2009!, tras 63 años, de la mano de Robert Harrison y Éver Almeida. Y juntos celebraron los que vinieron luego con Juan Manuel Battaglia y Gustavo Morínigo como entrenadores. Y todos están gozando con este sueño de llegar a la inédita final. Y por último está Nicolás, quien iba y venía, correteando en el avión. Una familia tricolor.