“Hablar es la clave, porque del suicidio nadie habla ni quiere hablar ni siquiera el que está pensando en hacerlo porque está aislado, se siente solo en el mundo y cree que nadie le va a entender porque su situación es grave y ya no tiene solución cuando en realidad sí se puede buscar una salida al problema”, afirma la doctora Cecilia Caniza, siquiatra del Servicio de Salud Ocupacional del Hospital de Trauma.
El servicio que ya está implementado en el centro asistencial para los funcionarios apunta a que los trabajadores se involucren en estos temas para saber cómo actuar y poder ayudar en un momento determinado, lo que también es válido para otros ámbitos de la vida ya sea el círculo familiar o de amistad.
“Realizamos las investigaciones y nos dimos cuenta de que existen muchos mitos sobre el tema y vimos la necesidad de aclarar estas cosas. Buscamos qué se hace en otras partes del mundo e iniciamos esta campaña Tres pasos que salvan vidas. Preguntá, escuchá y buscá ayuda”, explica Caniza.
¿QUÉ HACER? La intención es educar y hablar sobre el tema sin tener miedo para que al hacerlo la persona que está en riesgo o con ideaciones no tema ni se sienta aislado. “Todos los funcionarios deberían tener un poco de conocimiento sobre qué hacer porque uno de los problemas para evitar esto es saber qué hacer cuando nos encontramos con una persona con este riesgo. Muchas veces queremos ayudar, pero no sabemos cómo, entonces preferimos evitar meternos y esa no es la salida ideal”, indica la profesional.
Si es un riesgo menor evidente, el paso es tratar de convencerla de que busque la ayuda y guiarla. Es el momento de buscar asistencia profesional, las consultas son atendidas en el servicio para los funcionarios y también existe el departamento de siquiatría y sicología del hospital para el público en general.
Caniza aclaró que la voluntad, el deseo y la decisión son de la persona y que se debe considerar que cuando se tiene la idea metida la transforma y pierde el sentido de la realidad, por ello la ayuda debe hacerse con mucha insistencia e intensidad y agotar todas las instancias posibles para auxiliar a esa persona.