Las fuerzas de seguridad habían acordonado la localidad de Zuin para tratar de localizar al supuesto terrorista cuando un grupo de vecinos les atacaron a pedradas, provocando enfrentamientos que se saldaron con la muerte de tres civiles, indicó el inspector general de la Policía de Cachemira, S.J.M Gillani.
“Una treintena de miembros de nuestro personal presentan heridas debido al lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes, que estaban en la calle para ayudar a escapar a un insurgente”, detalló.
También 43 miembros de la Fuerza Central de Policía de Reserva (CRPF, en inglés) resultaron heridos durante los choques, elevando a 73 los lesionados entre las fuerzas de seguridad, detalló el portavoz de ese cuerpo armado, Bhavesh Chaudhary.
Fuentes de dos hospitales a los que han sido trasladadas algunas de las víctimas, que pidieron el anonimato, confirmaron la recepción de 34 pacientes civiles.
El presunto insurgente fue finalmente abatido en un tiroteo ocurrido mientras tenían lugar los enfrentamientos.
En represalia por los hechos, líderes separatistas de la región convocaron para mañana una huelga en todo el valle cachemir para protestar contra la “agresividad” de las tropas durante los choques.
La Cachemira india vivió el año pasado su mayor oleada de protestas en seis años después de que las fuerzas de seguridad abatieran a un joven insurgente separatista.
Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes causaron entonces 95 muertos y alrededor de 10.000 heridos y la región fue escenario durante meses de restricciones y toque de queda intermitente.
También los enfrentamientos entre las fuerza de seguridad y presuntos insurgentes son comunes en la región norteña, que la India se disputa con Pakistán desde la partición del subcontinente en 1947 y por la que ambos han librado dos guerras y varios conflictos menores.
Delhi acusa a Islamabad de patrocinar el terrorismo en Cachemira para impulsar el movimiento independentista en la región.