EFE
Los manifestantes se congregaron en la céntrica Plaza Italia y avanzaron por la Alameda, la principal arteria de la capital chilena, vigilados por un amplio contingente policial.
Estos resguardos se deben a que el año pasado, en otra manifestación a favor del aborto convocada por las mismas organizaciones, un grupo de personas ingresaron a la Catedral Metropolitana, interrumpieron un culto y realizaron pintadas en su interior.
Angie Mendoza, portavoz de la Coordinadora Feministas en Lucha, dijo a los periodistas que en Chile se realizan cada año unos 160.000 abortos, pese a que está totalmente prohibido.
La presidenta Michelle Bachelet anunció hace un par de meses su intención de elaborar un proyecto de ley para despenalizar el aborto cuando esté en riesgo la vida de la madre, en caso de violación o si el feto es inviable.
Mendoza consideró que estas tres causales son “insuficientes” y que la interrupción del embarazo debería ser una posibilidad a la que opten todas las mujeres.
“Es un problema que hoy en día existe, no se puede ocultar”, añadió.
El aborto está prohibido en Chile por una norma impuesta por el dictador Augusto Pinochet en 1989, poco antes de entregar el poder, al modificar el artículo 119 del Código Sanitario, que desde 1931 permitía en este país el aborto terapéutico.
Tras la modificación, el texto señala que “no podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar el aborto”.
