El Presidente de la República, Horacio Cartes, visitó este martes la sede central del Instituto de Previsión Social (IPS) para la inauguración de nuevos equipamientos. Sin embargo, en inmediaciones de la previsional se registraba una manifestación en su contra.
Un grupo de personas reclamó al mandatario la intención de querer despojarles de sus tierras, ubicadas en la franja de dominio del ferrocarril, por donde pasará el tren de cercanías que pretende unir Asunción con Ypacaraí para fines del 2016.
Con carteles en manos y gritos de por medio, los pobladores hicieron sentir su disconformidad con el mensaje enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Senadores con el objetivo de que se ratifique la ley que establece el dominio de la franja de Ferrocarriles del Paraguay S.A. (Fepasa).
Guillermo Escobar, uno de los afectados, lamentó que quieran despojarles de sus tierras que ocupan hace más de 200 años. Indicó que su familia es la quinta generación que ocupa el inmueble.
También calificó de inconstitucional las intenciones del Gobierno porque muchas familias tienen título de propiedad, alegó. “Quieren avasallar nuestros derechos, estamos desesperados y preocupados”, expresó.
Si bien dijo que no están en contra del proyecto, quieren hacer valer sus derechos, sobre todo porque la intención es reubicarles en zonas alejadas a la capital.
El Gobierno Nacional no indemnizará a las familias que se encuentran ocupando irregularmente la franja de dominio del ferrocarril. “Todos piden indemnización, nadie quiere moverse. Lo que el Gobierno dice es que no puede indemnizar, no estamos viendo una posibilidad de pago. Pero sí estamos viendo un plan de mitigación”, expresó en su momento.
Señaló que solo en la capital hay unas 1.400 ocupaciones, que representan entre el 85% y 90% del total en todo el trayecto del tren de cercanías. Las obras de reubicación comenzarían en el último trimestre del año y el servicio a fines del 2016.
Con el proyecto del tren se pretende trasladar en un principio a 15.000 o 20.000 pasajeros y hasta 80.000 en unos cinco años. Para recuperar la inversión se prevé una tarifa de entre USD 1,1 a 1,5, poco más de G. 5.000 al cambio actual.
