El traslado fue determinado luego de que la Policía Federal brasileña interviniera parte del piso de embarque del terminal dos del aeropuerto para investigar una amenaza de bomba y de que enviara a miembros de su Escuadrón Antibombas al lugar.
Tras el hallazgo de una maleta abandonada considerada como sospechosa por los responsables de la seguridad, la Policía Federal bloqueó el acceso al piso de embarque por algunos minutos.
La concesionaria RioGaleao aclaró que el incidente no obligó a cerrar el aeropuerto ni afectó los aterrizajes o los despegues.
“Todos los pasajeros que debían embarcar fueron enviados al portón internacional, que está en pleno funcionamiento, así como todos los vuelos”, según el comunicado de la concesionaria.
El aeropuerto internacional de Río de Janeiro, sometido a una amplia reforma y ampliación para adaptarlo a las necesidades de los Juegos Olímpicos que esta ciudad brasileña organizó en agosto pasado, cuenta con los equipos de seguridad más modernos del país.
