Un solo mosquito pone 150 huevos por semana, que pasa a convertirse en “un ejército innumerable” para propagar tanto el dengue como el chikungunya, señaló.
“Si no cambiamos de hábito, vamos a tener en algún momento un brote muy importante, porque el chikungunya es una enfermedad que todavía no ingresó plenamente y todo el mundo es susceptible. Entonces rogamos a la población cumplir con el compromiso de eliminar cualquier agua estancada en plásticos, tapitas o bebedero de animales y evitar que esto se propague”, solicitó encarecidamente el ministro Barrios.
El cambio empieza por casa con la destrucción de los criaderos, mencionó Barrios al tiempo de añadir que funcionarios del Ministerio de Salud Pública no pueden entrar a la casa de cada ciudadano para realizar la limpieza, pues esa es tarea de cada uno.
Debido a las intensas lluvias registradas en la víspera, se insta a la ciudadanía a dedicar 10 minutos por día para destruir criaderos.