Será su primera experiencia en la división profesional del fútbol paraguayo.
El año pasado jugó en el Imbabura de Ecuador y este año pasó al Manta; en abril pasado vivió una pesadilla con un devastador terremoto salvando su vida milagrosamente. Rescindió contrato con el equipo ecuatoriano y regresó a Paraguay.
“Estoy muy a gusto en Rubio Ñu, encontré un grupo muy bueno y sobre todo mucha juventud con ganas de sobresalir”, sostuvo Villalba de origen luqueño.
Consultado sobre sus expectativas del torneo que arranca el 8 de julio, respondió: “Un poco ansioso, con ganas de hacer un buen torneo, mostrarme y ganarme un espacio en el fútbol local”. “Tenemos un desafío importante que es igualar o mejorar lo realizado en el primer torneo e intentar una clasificación a una copa internacional”, finalizó.
El plantel de Rubio Ñu trabajó ayer en la Arboleda y hoy continúa en Los Aleros.
Para mañana está previsto un partido amistoso ante Nacional, desde las 8.00, en el Arsenio Erico, entre los equipos A y B.