La remisión del proyecto de enmienda constitucional al archivo y con ello la eliminación de las pretensiones de reelección del presidente Horacio Cartes, además de la designación del nuevo contralor general de la República y del defensor del Pueblo, cambiaron el tablero político en la Cámara de Diputados, ya que ambos temas generaron divisiones tanto en la bancada colorada como en la liberal.
El bloque colorado oficialista, que tenía una mayoría propia y aplastante de 46 legisladores, ahora perdió esa condición con la creación de una bancada disidente de 8 integrantes, quedando el cartismo con 38 miembros.
Los 8 legisladores del Partido Colorado que decidieron alejarse del oficialismo y conformar un nuevo bloque son Víctor González, Marcial Lezcano, Carlos Maggi, Freddy D’Ecclesiis, Ariel Oviedo, Éber Ovelar, Dany Durand y Andrés Retamozo.
Son los mismos legisladores que dos semanas atrás se aliaron con los opositores liderados por los parlamentarios del PLRA para tratar el proyecto de reelección vía enmienda con la intención de enviarlo al archivo.
Pero en aquella ocasión, el oficialismo reaccionó a tiempo y con apoyo de 3 liberales: Fernando Nicora, Milciades Duré y Gustavo Cardozo, consiguió postergar su tratamiento por una semana.
Finalmente, el mismo Cartes ordenó que el documento fuese rechazado y así se hizo.
PLRA. La bancada liberal, la segunda con mayor cantidad de legisladores en la Cámara Baja (28), tampoco está ajena a la división.
Mucho antes que los colorados, 6 de los azules fueron sancionados por la convención partidaria por no estar presentes durante el tratamiento de la intervención de la Municipalidad de Ciudad del Este. Ante esta situación, los mismos decidieron crear una nueva bancada y son: Édgar Ortiz, Fernando Nicora, Milciades Duré, María Carísimo, Sergio Rojas y Ramona Mendoza. De estos, Nicora y Duré aumentaron sus culpas, y se les sumó Cardozo.
Los tres, a pesar de la recomendación partidaria de rechazar la enmienda constitucional, se unieron a los colorados oficialistas y dieron el voto necesario para aplazar el tratamiento del citado proyecto, lo que le dio un respiro de varios días al oficialismo para buscar una estrategia.
Cuando todo parecía que con los opositores todos unidos, más la disidencia colorada, tendrían una holgada mayoría en Diputados, el oficialismo de nuevo les madrugó el martes y pactó con Avanza País (AP) para elegir contralor y defensor del Pueblo.
Este pacto se dio porque los liberales no pudieron llegar a un acuerdo con Rocío Casco y Aldo Vera, de AP, y el diputado del Encuentro Nacional, Ricardo González, quienes se acoplaron al cartismo quedando el cupo de la Contraloría para AP, al nombrarse para dicho cargo a Enrique García; y el cupo de la Defensoría para la ANR, donde fue designado Miguel Godoy Servín.
Esta situación deja en una incertidumbre a los respectivos sectores.
El propio titular de la Cámara Baja, Hugo Velázquez, reconoció que a raíz de que perdieron la mayoría no les queda otra alternativa que buscar con los sectores minoritarios acuerdos coyunturales para conseguir la mayoría de acuerdo con los intereses en juego.