25 abr. 2024

Transportistas y comerciantes bloquean Calais contra su jungla de inmigrantes

París, 5 sep (EFE).- Transportistas, comerciantes y habitantes de Calais expresaron hoy su hartazgo por la presión migratoria que sufre esa ciudad del norte de Francia con diversas operaciones de bloqueo en las que reclamaron el desmantelamiento completo del campamento de inmigrantes ubicado a sus afueras.

Residentes y conductores de camión participan en una protesta para reclamar el desmantelamiento de la llamada "jungla de Calais" en Calais (Francia) hoy, 5 de septiembre de 2016. EFE

Residentes y conductores de camión participan en una protesta para reclamar el desmantelamiento de la llamada “jungla de Calais” en Calais (Francia) hoy, 5 de septiembre de 2016. EFE

La llamada “jungla” agrupa, según el último censo gubernamental, a 6.900 personas a la espera de cruzar al Reino Unido o de pedir asilo, pero el sindicato mayoritario de la policía, Alliance, eleva esa cifra hasta las cerca de 10.000.

Una doble operación de ralentización del tráfico desde Loon Plage y Boulogne sur Mer con destino final en Calais, y una cadena humana de unas 400 personas escenificaron el rechazo a los efectos económicos negativos de su presencia y a las intrusiones de inmigrantes en el puerto.

“Somos transportistas, no traficantes de inmigrantes. Liberemos Calais todos juntos”, se podía leer en un cartel colgado en uno de los camiones que se unieron a la marcha en las carreteras locales, en las que participaron cerca de un centenar de camiones y tractores.

El colectivo de empresas y comercios de Calais, agricultores, la Federación Nacional de Transportistas y los sindicatos CGT y SCP Police se encuentran detrás de esta jornada, apoyada por la alcaldesa de Calais, la conservadora Natacha Bouchart.

La parte sur de la “jungla” fue desmantelada el pasado marzo y queda pendiente ahora la zona norte. En su visita el pasado viernes a la ciudad, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró que se iba a hacer progresivamente y “lo antes posible”.

“Son promesas repetitivas”, indicó hoy en la cadena “BFM TV” el camionero Michael Dagbert, que lamentó que no se haya fijado un plazo.

Los transportistas se quejan de que los inmigrantes provocan bloqueos en las carreteras para forzar a los camiones a pararse e intentar entonces esconderse en su interior; y los agricultores denuncian que frenan esos vehículos poniendo como obstáculos árboles arrancados de sus plantaciones.

“La situación aquí es una verdadera olla a presión. Si las autoridades públicas no hacen nada, esto corre el riesgo de acabar en drama”, dijo hoy uno Xavier Foissey, uno de esos agricultores, a la emisora “France Info”.

Los participantes en la protesta, que provocó embotellamientos y obligó a programar desvíos en la autovía, llevaban camisetas en las que se mostraba con un corazón “Amo Calais”, y pancartas en las que apelaban a defender “nuestra ciudad, nuestro puerto, nuestros comercios y nuestros empleos”.

Para François Guennoc, vicepresidente de la organización “L’Auberge des migrants”, es cierto que el problema existe, pero sus consecuencias se han sobredimensionado.

“Pese al aumento del número de inmigrantes, no se ha agravado”, explicó a EFE el representante de esta asociación local creada en 2008 en ayuda de ese colectivo, procedente principalmente de Afganistán y Sudán.

El desmantelamiento de la “jungla”, en su opinión, solo provocaría nuevos problemas, porque sus integrantes se dispersarían en las cercanías y sería más difícil hacer frente a las necesidades humanitarias y de seguridad.

Guennoc destaca que el aumento de habitantes de la “jungla” se debe al creciente rechazo de inmigrantes en campamentos como el de Grand Synthe, a que el centro de acogida que hay allí centraliza casi todas las peticiones de asilo del país, y a que es el lugar de paso desde el que intentar saltar al Reino Unido.

La solución, a su juicio, no pasa por su expulsión, sino por medidas de nivel político y logístico: “Hay que negociar con Londres que acepte la reagrupación familiar, y crear más plazas de acogida”, concluyó el vicepresidente de la ONG.

Cazeneuve prometió el viernes plazas suplementarias en el resto de Francia para “desatascar Calais” y, tras decir ser “plenamente consciente” de las dificultades de las autoridades locales, añadió también que la subprefectura (delegación del Gobierno) tramita ya las demandas de los menores de edad con familia en el Reino Unido.

Marta Garde

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