Las acciones del conglomerado de electrónica e infraestructura nipón cerraron hoy en 221,2 yenes (1,90 euros), un 1,02 % a la baja.
Los títulos de Toshiba, que llegaron a caer hasta un 3,6 % en los primeros minutos, remontaron brevemente durante la mañana y llegaron a acumular una subida del 2,55 % antes de retornar a pérdidas.
El conglomerado se mantuvo en el terreno negativo durante el segundo tramo aunque logró recortar pérdidas en el último tramo.
Los inversores de la plaza nipona reaccionaron con sentimientos encontrados a los resultados financieros publicados el martes por la compañía, sin el beneplácito de la auditoría.
Las cifras, correspondientes a los primeros nueve meses del ejercicio fiscal japonés de 2016 (abril-diciembre) revelaron unas pérdidas netas mayores de lo previsto, de 532.500 millones de yenes (4.574 millones de euros), y superiores a las de un año antes.
Toshiba también registró un déficit operativo más de dos veces superior al del mismo período de 2015, 576.280 millones de yenes (4.950 millones de euros), y acumuló un patrimonio neto negativo de 225.690 millones de yenes (1.938 millones de euros).
El motivo de la caída han sido las pérdidas del negocio nuclear de Toshiba en Estados Unidos, Westinghouse Electric, cuyo grave endeudamiento ha derivado en su declaración en quiebra.
La delicada situación financiera de Toshiba, que aseguró que el resto de sus áreas desarrollaron unas buenas operaciones en el período, vaticina un incierto proceso de reestructuración y posibles sanciones del regulador nipón.
Toshiba decidió publicar sus resultados sin auditar, y después de retrasarlos en dos ocasiones por ello mismo, para evitar la suspensión de la cotización en la bolsa de sus acciones, que se encuentran actualmente bajo supervisión, una expulsión que algunos analistas no descartan todavía.
