Como ejemplo, señaló que no se puede pretender con el salario de una persona asegurar toda la deuda que ha tomado en un banco, sino garantizar con su nivel de ingreso la capacidad de pago mensual de las cuotas.
“De la misma forma los bonos del Tesoro se colocaron de 10 a 30 años de plazo. En algunos casos se hacen amortizaciones mensuales de los intereses y en otros casos, son pagos anuales de capital que sí tienen que estar garantizados con los ingresos tributarios; pero no tratar de comparar ingresos tributarios de un año con la deuda total como algunos están haciendo”, cuestionó.
Recordó que en ningún país de la región el nivel de los ingresos tributarios supera al total de su deuda pública; es por eso que se establecen plazos de hasta 30 años.
“No hay que mezclar los conceptos técnicos. Siempre miramos esto con preocupación, tanto el BCP como Hacienda, pero no nos vamos a meter en una vorágine de endeudamiento que no se va poder pagar”, aseguró.
El presidente recordó los recientes informes de FMI, Cepal y las agencias calificadoras de riesgo. “Si estuvieramos en una condición de inminente default (incapacidad de cumplir con pagos) no tendríamos una perspectiva estable en la calificación de riesgo”, dijo.
La deuda pública de nuestro país a mayo de este año asciende a unos USD 6.115,6 millones, que es 23,4% del PIB, según datos de Hacienda.