18 abr. 2024

Tierras para campesinos en el 2017

Ha llegado a mis manos un libro muy interesante titulado Yvy Jára, editado por Oxfam. En las páginas 14-15 habla de la desigualdad de la tenencia de la tierra en Paraguay. Se afirma que “El Paraguay tiene el índice de concentración de la tierra mayor en toda América del Sur.” Y se expresa a página completa la desigualdad de la tenencia de la tierra gráficamente.

Unidas todas las tierras que poseen, el 0,5% de los propietarios ocuparían toda la Región Occidental paraguaya (Chaco). Otro 4% con sus tierras juntas ocuparían casi toda la Región Oriental. Otro 32% de los propietarios juntando sus tierras ocuparían una parte de Ñeembucú y Sur de Itapúa.

Me quedé pensando, ¿y dónde están todas las tierras juntas que poseen el 63,6% de pequeños propietarios campesinos? Y buscando encontré un punto del tamaño de una “o” de este artículo. Eso es todo. Pero, al lado un aviso: existen además “300.000 familias campesinas sin tierras”.

En la página 7 se nos habla de las tierras malhabidas. Desde 1954 al 2003 se adjudicaron 12.229.594 hectáreas. Tierras malhabidas dadas durante la dictadura (1954-2003) 6.744.005 hectáreas. Tierras malhabidas dadas entre (1989-2003), 989.588 hectáreas. Todas las tierras malhabidas juntas suman 7.851.295 hectáreas. Curiosamente el tamaño de la República de Panamá, que tiene 7.517.000 hectáreas.

Soja y ganadería se hicieron los dueños de la tierra del país. Y con ellos viene la deforestación. Copio de la página 29: la ley de Deforestación Cero no es aplicable en el Chaco. Allí se puede deforestar legalmente si se mantiene un 25% de bosque y en cada 100 hectáreas se deje una barrera de vegetación de 100 metros de ancho”.

El resultado; “Entre los años 2010 y 2014 se deforestaron 1.300.000 hectáreas a un ritmo de 260.000 hectáreas cada año”. En 2017, todo este problema debe de ser resuelto.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.