Unidas todas las tierras que poseen, el 0,5% de los propietarios ocuparían toda la Región Occidental paraguaya (Chaco). Otro 4% con sus tierras juntas ocuparían casi toda la Región Oriental. Otro 32% de los propietarios juntando sus tierras ocuparían una parte de Ñeembucú y Sur de Itapúa.
Me quedé pensando, ¿y dónde están todas las tierras juntas que poseen el 63,6% de pequeños propietarios campesinos? Y buscando encontré un punto del tamaño de una “o” de este artículo. Eso es todo. Pero, al lado un aviso: existen además “300.000 familias campesinas sin tierras”.
En la página 7 se nos habla de las tierras malhabidas. Desde 1954 al 2003 se adjudicaron 12.229.594 hectáreas. Tierras malhabidas dadas durante la dictadura (1954-2003) 6.744.005 hectáreas. Tierras malhabidas dadas entre (1989-2003), 989.588 hectáreas. Todas las tierras malhabidas juntas suman 7.851.295 hectáreas. Curiosamente el tamaño de la República de Panamá, que tiene 7.517.000 hectáreas.
Soja y ganadería se hicieron los dueños de la tierra del país. Y con ellos viene la deforestación. Copio de la página 29: la ley de Deforestación Cero no es aplicable en el Chaco. Allí se puede deforestar legalmente si se mantiene un 25% de bosque y en cada 100 hectáreas se deje una barrera de vegetación de 100 metros de ancho”.
El resultado; “Entre los años 2010 y 2014 se deforestaron 1.300.000 hectáreas a un ritmo de 260.000 hectáreas cada año”. En 2017, todo este problema debe de ser resuelto.