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BRASILIA - BRASIL
Ejecutivos de Odebrecht testificaron que la compañía de construcción brasileña financió ilegalmente la campaña electoral de 2014 de la destituida presidenta Dilma Rousseff, reportó ayer un importante diario, un evento que podría llevar a la remoción de su sucesor.
El testimonio es parte de un acuerdo de delación compensada con la firma que, de ser aceptado por la Corte Suprema, podría dar más argumentos a los pedidos a anular las elecciones de hace dos años en las que ganó Rousseff junto a su compañero de fórmula, Michel Temer.
Si eso ocurriera el próximo año, el Congreso de Brasil deberá nombrar a un Gobierno interino para dirigir al país hasta la elección de un nuevo presidente a fines del 2018. Temer asumió las riendas de Brasil oficialmente luego de la destitución de Rousseff en agosto.
donaciones ilegales. El diario Estado de São Paulo, que citó el testimonio de ejecutivos de Odebrecht, reportó que al menos uno de ellos dijo a fiscales que realizaron una donación ilegal de unos 30 millones de reales (8,9 millones de dólares) a la campaña de reelección de Rousseff, casi el 10% del monto oficial registrado como financiamiento.
Temer niega haber aceptado donaciones ilegales. Su despacho no comentó de inmediato el reporte del diario.
El actual presidente de Brasil ha perdido 4 ministros debido a acusaciones de corrupción. Este factor y la prolongada recesión económica amenazan su sobrevivencia política y han dado pie a llamados a que renuncie para allanar la vía a nuevas elecciones.
La semana pasada, uno de los asesores más cercanos de Temer renunció después de acusaciones de que había recibido sobornos de Odebrecht, y otros dos miembros del círculo más cercano del presidente están bajo presión para dimitir.
La corte electoral decidirá el próximo año si anulará o no el resultado de las elecciones del 2014, aunque también podría separar los cargos contra Rousseff sobre las donaciones de campaña y decidir que Temer puede continuar en su puesto.
Odebrecht, la compañía que según los fiscales se ha beneficiado más del extenso esquema de pagos ilegales detectado hace casi tres años desde la estatal petrolera Petrobras, firmó el 1 de diciembre un acuerdo por el que pagará 6.700 millones de reales, declarándose culpable de los cargos y ofreciendo entregar información sobre los sobornos.
