Temer, quien sustituye desde el pasado 12 de mayo a la mandataria Dilma Rousseff, suspendida de su cargo para responder a un juicio de destitución, también reiteró que el Gobierno brasileño ha tomado las medidas necesarias para garantizar la “seguridad y salud” de quienes asistan a los Juegos Olímpicos.
“Quiero tranquilizar a todos”, declaró Temer, quien apuntó que las autoridades del país han adoptado severas medidas de seguridad, que incluirán un despliegue de casi 90.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y diversos organismos policiales.
También minimizó los temores que existen en torno al virus del zika, que en los últimos meses se ha expandido con virulencia por todo Brasil.
“No hay ni debe haber ninguna preocupación con ningún tipo de enfermedad tropical, sea zika u otra, porque son combatidas en Brasil y estamos en invierno, cuando cualquier mosquito transmisor opera con menor intensidad”, indicó el presidente interino.
“Entonces, tenemos seguridad y salud y queremos confraternizar con todos los pueblos del mundo en esta reunión histórica que son los Juegos Olímpicos. Por tanto, estén tranquilos y vengan a Río”, concluyó Temer.
