En la ciudad de Tainan, la más afectada por el terremoto, los equipos de rescate continuaron con su labor, aunque sin sacar supervivientes de entre los escombros del edificio derrumbado Weiguan Jinlong (Dragón Dorado), desde el miércoles.
Desde este jueves, la cifra de fallecidos aumentó sensiblemente después de que se recuperaran más de treinta cadáveres, todos ellos en ese edificio, convertido en epicentro de la tragedia porque allí se encontraban 94 de los 96 fallecidos.
El presidente taiwanés en funciones, Ma Ying-jeou, y la presidenta electa, Tsai Ing-wen, participaron hoy en una ceremonia en memoria de las víctimas del terremoto, en la que rindieron homenaje a los fallecidos y expresaron sus condolencias a sus familiares.
También el alcalde de Tainan, William Lai, agradeció hoy en su página de Facebook las condolencias enviadas a la ciudad por el papa Francisco, a raíz del terremoto que derribó al menos 10 edificios en la ciudad, cuando se preparaba a celebrar el Año Nuevo Lunar.
La investigación sobre los posibles defectos de construcción en el edificio siniestrado siguen su curso.
La fiscalía de Tainan detuvo el miércoles a tres ejecutivos de la constructora que edificó el Dragón Dorado, a los que acusó de homicidio por negligencia profesional, y congeló sus bienes y activos.
El pasado domingo se encontraron latas vacías y espuma de poliestireno en los pilares del edificio, lo que levantó las sospechas de unas posibles deficiencias en su construcción.
Posteriormente, los investigadores de la Fiscalía también descubrieron que se habían eliminado, posiblemente después de la construcción, pilares en las primeras plantas del edificio para ampliar el espacio libre.
El seísmo de 6,4 grados de magnitud tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, en el sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local (19.37 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.
