La decisión fue tomada por el juez Ricardo Augusto Soares Leite, a cargo de una de las 5 causas penales en que el exmandatario responde ante los tribunales, en su mayoría asociadas a la red de corrupción que operó en la Petrobras. El Tribunal explicó que notificó a la Justicia de São Paulo, ciudad en que está la sede del Instituto Lula, con el objetivo de que la decisión sea cumplida en un plazo de 3 días.
declaración en Curitiba. Cuando el ex presidente Lula da Silva y el juez Sergio Moro se vean por primera vez en un tribunal hoy, los contrastes y lo que se juegan difícilmente puedan ser mayores. Uno es el presidente más popular que tuvo el país y el favorito para las elecciones del año que viene –un ex dirigente sindical que aún agita a las multitudes con su oratoria ardiente–, y el otro es un profesor de derecho de voz suave y el principal obstáculo para que Lula vuelva a la presidencia.
El legado y el futuro político del primer presidente obrero de Brasil están en juego, porque Lula se enfrenta a uno de 5 casos penales en su contra.
Lula y sus abogados, que niegan cualquier falta, han convertido su defensa en un ataque contra Moro, argumentando que la trayectoria del juez al frente de la investigación ha socavado su imparcialidad. Los partidarios de Lula viajaban desde todo Brasil a la sureña ciudad de Curitiba para protestar fuera de la Corte.
Según encuestas de Datafolha, Moro es uno de los pocos personajes públicos que podrían vencer a Lula en la carrera presidencial de 2018, pero el juez ha negado que vaya a entrar en la política.
Reuters-efe