Algunos recibieron lugares más relevantes y otros menos, lo que causó recelo, aunque fue precisamente el clan Franco quien con Emilia Alfaro de Franco, en el puesto tres en la lista nacional para el Directorio, recibió más beneficios que otros. En el departamento de Itapúa, un ex administrador de Puertos de la era en la que Franco fue presidente, pidió un espacio para su hija dentro de la lista a la JLRA, lo cual le fue negado. Otros sectores ni siquiera aparecieron en los primeros lugares de la lista de Buzarquis.