CONOCIDO LÍDER. Ramos se dio a conocer como dirigente de la organización Izquierda Unida, posteriormente de la Organización Campesina del Norte (OCN), de la que fue expulsado por sospechas de sus demás miembros de que Ramos estaba en actividades “sospechosas”. A su salida, fundó la Articulación Campesina y Urbana (ACU), con José Villalba. Con esta organización realizaban movilizaciones en Horqueta y Kurusu de Hierro y tenían importante cantidad de adherentes.
EN POLÍTICA. Fue activista del extinto Partido Patria Libre (PPL), que nació oficialmente en el 2002 como fachada del proyecto armado que Juan Arrom y Alcides Oviedo trazaron y que dio su primer golpe con el secuestro de María Edith Bordón de Debernardi en enero de 2001.
Se desempeñó incluso como apoderado del PPL en Horqueta. Su formación en Filosofía y Derecho lo ubican entre los más capacitados intelectualmente en el grupo.
Fue capturado el 4 de febrero de 2006 en la colonia Sargento José Félix López (ex Puentesiño), en Concepción, cuando transportaba víveres, municiones y medicamentos para Manuel Cristaldo Mieres, Magna Meza, Osvaldo Villalba y Oscar Benítez, prófugos en el caso del secuestro y muerte de Cecilia Cubas Gusinky.
Estuvo preso en Emboscada, donde lo visitaron el entonces obispo Fernando Lugo –hoy ex presidente de la República–, y Héctor Lacognata.
Aún no había cargos suficientes contra Ramos, hasta el 4 de agosto de 2009. En esa fecha, una temeraria incursión encabezada por el fiscal Guillermo Ortega y la fiscala de Antisecuestros, Sandra Quiñónez, permitió allanar su casa en la compañía Yvyraty, a doce kilómetros del casco urbano de Horqueta. Detrás de su vivienda hallaron el campamento del EPP y eso constituyó la mayor incautación de documentaciones de la banda. Escritos con puño y letra de Alcides Oviedo, computadoras y dinero que era producto del secuestro del ex intendente Luis Lindstron en el 2008.
Estas evidencias permitieron vincularlo con los secuestradores y lo obligó a dejar su vida de representante campesino para vivir en la clandestinidad. Su esposa Lourdes Ramírez se sumó al grupo y en ese seno tuvieron un hijo. Ramos no era muy ágil operativamente y sus aspiraciones eran elevar la organzación delictiva a un rango mayor, que no se limitara al brazo armado.
PELEA. Por esa razón le costó adecuarse en las filas operativas; es decir, por tener ese perfil. Tres años atrás ya protagonizó una fuerte puja con Osvaldo Villalba, hermano de Carmen Villalba y cuñado del comandante general de los guerrilleros, Alcides Oviedo –ambos condenados por el secuestro de Debernardi–, por considerar que Osvaldo no es apto para ocupar el cargo de líder, porque carece de voz de mando. Esto causó un internismo que se subsanó con la intervención de Lucio Silva, el más veterano de la banda y ex líder campesino. Sin embargo, tenía mayor disciplina que los hermanos Jara Larrea, quienes se separaron de la banda y formaron la Agrupación Campesina Armada (ACA).
CONTRAINTELIGENCIA. De ser una farsa su salida, se trataría el anuncio más bien de una operación de contrainteligencia para despistar a las autoridades. Sería para reorganizarse y planificar actos de terrorismo, explicó Sandra Quiñónez. Esto se podrá confirmar con un buen trabajo de inteligencia, aseguró. Si tiene planes de armar otra banda, no cometería el error de la ACA, por su mayor disciplina y formación.