29 mar. 2024

Sufrió una enormidad

Los primeros veinticinco minutos del primer tiempo Guaraní fue dominado por los nervios. Los aurinegros cayeron en imprecisiones a causa de ese estado de ánimo y facilitaron la tarea de contención de los ñuenses, que apostaron decididamente por abroquelarse en su campo y desde ahí salir de contragolpe.

Efectivo.   Antonio Marín no tuvo muchas ocasiones para convertir, pero cuando se encontró desmarcado anotó el primer gol.

Efectivo. Antonio Marín no tuvo muchas ocasiones para convertir, pero cuando se encontró desmarcado anotó el primer gol.

Ortega, Joel Garay y Achucarro fueron protagonistas en ese tiempo en que Guaraní no podía afirmarse en el juego. Pero luego ya fue monólogo de los que oficiaron de locales en Sajonia. El gol llegó sobre el final de ese periodo, tras un centro de Camacho que se conectó con el juvenil Marín, que definió con mucha exactitud.

Disminuido. A Guaraní no le complicó mucho el rival, sino las lesiones conspiraron en contra del equipo de Daniel Garnero, que en vez de poder realizar cambios revulsivos, modificaciones ofensivas, tuvo que gastar en defensa por doble lesión de Bareiro y Cabral.

Privado de alternativas y con rendimientos regulares de futbolistas que siempre son gravitantes (Rolón, Juan Aguilar y Camacho) el legendario jugó un mal segundo tiempo.

Eso fue aprovechado por Rubio Ñu, que creció en su juego, empató el partido y cuando parecía que Guaraní se alejaba más del cetro de campeón, apareció la garra charrúa para desnivelar ya en minutos de reposición.

En el desenlace final, tuvo mucha incidencia la expulsión de Montiel, cuando Rubio Ñu, estaba mejor en cancha.