Anders Thornberg, líder del Servicio de Seguridad sueco (Säpo), atribuyó el aumento principalmente a la sofisticada maquinaria de propaganda del grupo Estado Islámico. A pesar de que pocos extremistas poseen la voluntad y la capacidad de llevar a cabo atentados, se los debe encontrar y seguir de cerca, agregó Thornberg.
“Es importante que todo el mundo en Suecia asuma la responsabilidad de detener esta tendencia... antes de que veamos un atentado o un acto de violencia”, explicó Thornberg a la agencia de noticias sueca TT.
Suecia ha estado en alerta desde que un ciudadano uzbeko, quien había mostrado signos de simpatía por grupos yihadistas, incluyendo el EI, utilizó un camión robado para arrollar peatones en una concurrida calle comercial en Estocolmo el pasado 7 de abril, dejando un saldo de cinco muertos y 15 heridos.
En los últimos años, Europa ha sufrido una serie de atentados terroristas, incluyendo ataques de gran escala tales como los de París, Bruselas y Berlín.
Thornberg añadió que de los aproximadamente 3.000 extremistas violentos que residen actualmente en Suecia, 2.000 tienen motivaciones islamistas. Los restantes son originarios de movimientos de extrema derecha y/o extrema izquierda.
Un informe de Säpo de 2010 estimaba que la cifra de extremistas islámicos violentos en el país escandinavo era de 200. afp