El atacante se acercó al hombro del zaguero italiano y luego fingió un supuesto golpe en la cara (un codazo que no llegó a destino por poco) y cayó al piso. Chiellini reclamó en forma airada la acción que podría condenarle nuevamente a Suárez, si es que la comisión de disciplina de la FIFA toma acción de oficio.
Una “suerte” que no es ajena en el repertorio del atacante celeste, que ya se enfrentó a dos duras sanciones en el año 2010, cuando militaba en Ajax holandés, y en 2013, ya en las filas del Liverpool inglés, por morder a un rival.
El primero en “probar” su dentadura fue el centrocampista Otman Bakkal (PSV), en noviembre de 2010. Esta acción le costó una sanción de siete partidos en la Liga Holandesa y su club le castigó con otros dos encuentros más.
Tuvo otra situación en el Liverpool, en abril de 2013 cuando también mordió al defensa serbio del Chelsea Branislav Ivanovic y por el que fue castigado con diez partidos por la federación inglesa.
Sin embargo, Suárez terminó la temporada pasada de la Premier siendo goleador de ese torneo con 31 goles.
“Son situaciones que pasan adentro de la cancha, estábamos los dos justo ahí adentro del área, él me pechó con el hombro; así me quedó a mí el ojo también”, sostuvo el jugador a la prensa charrúa.