La canción que hizo famosa en la década de los 70, Wild world, dio el empujón necesario para que Stevens se adueñara sin problemas de la Quinta Vergara. Oh very young, otro emblemático éxito en la carrera del británico, y How can I tell you acabaron por hechizar al público, que le siguió acompañando con Moonshadow y el romántico Father and son.
Después de una veintena de canciones el músico recibió como premio la Gaviota de Plata, y luego una de Oro.
Más tarde, a las 3.00 de la madrugada, el Rey de la Salsa Óscar D’León puso a bailar a los pocos valientes que quedaban entre el público. El artista bailó, saltó, para no dejar dudas que pese a su edad (72) sigue siendo el rey de tan contagioso ritmo como es la salsa. EFE