El Aurinegro salió a tratar de asumir el protagonismo, de predominar, haciendo circular el juego de lado, buscando generar espacios, que no encontró en gran parte del partido, porque los auriazules estuvieron muy aplicados en la tarea de contención, liderados en esa faceta, por Joel Benítez y Miguel Godoy.
MUCHOS TOQUES. Guaraní utilizó demasiados toques sucesivos de balón para la transición hacía al arco rival. Sin embargo el equipo de Javier Sanguinetti fue más vertical, más práctico para llegar a la zona de definición y justamente ese atributo le permitió adelantarse en el marcador, con el gol de Gerardo Arévalos y liquidar en el segundo tiempo con el estreno goleador de Joel Roa.
BIEN PLANTEADO. Por lo observado, estratégicamente el técnico Luqueño lo tuvo bien estudiado al equipo de Daniel Garnero. Hasta en los córners no permitió que los locales puedan ejecutar las jugadas preestablecidas.
La parte final ganó en emotividad, tras un penal mal sancionado por José Méndez, que permitió el descuento aurinegro y desembocó en la expulsión de Juan Escobar.
Garnero desperdició un tiempo con Cañete. Luego del ingreso de Novick mejoró notablemente y fue más claro.