“Son reclamos legítimos que hay que atender, siempre hemos apostado por eso, por el diálogo, creemos que ellos tienen el derecho constitucional de poder hacer sus reclamos, esto es parte de la convivencia en democracia”, señaló luego.
Ferreiro dijo que “Asunción es una ciudad que es amparo y reparo de la República”, por lo que todos los reclamos llegan a la capital. “Este es el resultado de la situación del campo que se ha prolongado durante muchos años. Ha llegado a Asunción, ha llegado a la misa, pero necesitamos que el problema esté instalado acá para que nos demos cuenta de la gravedad del mismo”, reflexionó.
Contrariamente a la actitud de bienvenida del jefe comunal hacia los campesinos, los sacerdotes y religiosos que organizaban la misa insistían en el retiro de los labriegos, pese a que no hubo ningún tipo de incidente con ellos.
La presencia del intendente también fue aprovechada por dos vecinas del Parque Pavetti, quienes lo escracharon, acusándolo de “vender” el espacio verde. Ferreiro, un tanto ofuscado, les respondió a las señoras que “quieren un parque privado”, y que los pobres son los campesinos, a quienes ellas deberían acompañar. “Querés un parque privado para vos, estos son los pobres, por qué no te vas con ellos, ellos son los pobres, no tienen ni qué comer ellos”, dijo Ferreiro.
Las mujeres sí lograron subir a la explanada y allí, frente a la mesa de la celebración religiosa, desplegaron un pasacalles. Los vecinos del barrio Trinidad se oponen a la apertura de una calle en el área boscosa del Parque Pavetti. También la familia Pavetti reclama una parte del mismo como propiedad privada.