“Nosotros somos el club del pueblo, el que nos está apoyando el pueblo paraguayo y eso no tiene precio”, apuntó Robert con la garganta quebrada después de los festejos en Montevideo.
“Siento una inmensa alegría que ojalá pudiéramos darle más alegrías a esta gente”.
Frutos del trabajo. Pese a ser uno de los más buscados por la afición y la prensa, el presidente desvió la mirada hacia el entrenador Gustavo Morínigo y los jugadores, quienes, a su criterio, son los artífices de esta proeza.
“El trabajo de Morínigo es magnífico. La perseverancia es la virtud más grande de este equipo; es un inmenso orgullo que el trabajo tenga sus frutos”, resaltó Harrison.
Pero Robert siguió con los elogios hacia el trabajo de cuerpo técnico, dirigentes y jugadores. “Pienso que es el fruto de trabajo de todos, no solo de la dirigencia; es el trabajo mancomunado de cuerpo técnico, jugadores y dirigentes, que son los que están apoyando en los malos momentos; creo que los flashes deberían ser a los jugadores”. Y sus jugadores tienen algo más que fútbol. “Demostraron que cuando no hay fútbol hay corazón, y eso es lo más importante”, apreció Harrison.