El filme, que se estrenará este sábado en la Gran Manzana en el marco del Festival de Cine de Tribeca, cuenta la historia de Nico, interpretado por Guillermo Pfening, un joven actor con una prometedora carrera en Argentina que decide buscar el éxito a nivel internacional en Nueva York.
Ahí, el joven descubre la realidad desalentadora de una ciudad abarrotada de personas con afán triunfador en la que no consigue destacar, por lo que se ve forzado a trabajar de camarero y cuidador de niños y a dormir en un sofá a la vez que trata de ocultar su fracaso a sus seres más queridos.
"(La película) sigue la trayectoria de un personaje de ficción que es un actor que viene a Nueva York a intentar encontrar su lugar y su validación profesional y que se va encontrando con muchas dificultades personales”, explicó la directora y actriz en una entrevista con Efe.
Solomonoff, que actualmente vive en Nueva York, confesó que muchas de las vivencias por las que pasa el protagonista están inspiradas en sus propias experiencias y en las de las personas de su entorno cuando llegó por primera vez hace años a la metrópolis a estudiar en la Universidad de Columbia.
“De alguna manera diría que ‘Nadie Nos Mira’ es como una foto de mí de hace unos años”, señaló la cineasta, que además ha querido destacar la profunda experiencia de descubrimiento de identidad propia que resulta de enfrentarse a numerosos obstáculos.
A la vez, Solomonoff intenta en esta cinta, protagonizada también por la argentina Elena Roger, acabar con los clichés a los que está sometido actualmente el inmigrante latino que llega a territorio estadounidense, y ahondar en las dificultades con las que se encuentra al tratar de integrarse en una cultura que no es la suya.
“Hay una especie de preconcepto de lo que es un inmigrante latino en EE.UU., que tiene que ver con el cruce de la frontera, la pared o no pared, el desierto y cierto tipo de trabajos, que es una realidad muy importante, muy urgente y muy crucial”, afirmó a Efe la directora.
“Pero es importante ver la variedad de la experiencia inmigrante, que no nos centremos sólo en una”, remarca Solomonoff, que le pone especial atención al problema de desarraigo y de identidad que sufren los inmigrantes.
“Nadie nos mira”, una coproducción de Argentina, Brasil, Colombia, España y Estados Unidos, aborda además la complejidad del fracaso y cómo el miedo a revelar la falta de éxito a nuestro entorno puede llegar a afectar las decisiones de futuro que tomamos.
“Nico está tomado por la necesidad de aprobación (...), de demostrar que es capaz y se queda en la ciudad casi escondido, con el temor de volver porque no tiene un éxito para mostrar. Y eso desgraciadamente es algo que he observado mucho”, afirmó la directora argentina.
“Mucha gente se aferra a la ciudad de Nueva York como si la ciudad en sí tuviera un valor de prestigio extra, como si vivir aquí fuera en sí un valor creativo y eso lleva sacrificios que no son (...) del todo positivos ni humanamente interesantes”, opinó.
Solomonoff ha querido con “Nadie Nos Mira” mostrar una Nueva York muy real, con la belleza de los paisajes urbanos y las particularidades que la caracterizan, contrapuestos a la dura dinámica de una ciudad muy poco amable con los que se encuentran en situaciones vulnerables.
“Es una ciudad que se ha hecho mucho más cara, exclusiva y excluyente, sobre todo para los artistas. Tiene la apariencia de que uno puede tomar la ciudad pero luego las estructuras son mucho más impermeables de lo que parecen”, subrayó Solomonoff.
Para conseguir este fiel retrato de la Gran Manzana, la directora argentina se decidió por un equipo de rodaje reducido y flexible para capturar, en lugar de recrear, el ambiente y la energía de la metrópolis.
“Nunca quisimos imponerle un marco a la ciudad, sino tratar de seguirla”, asevera.
Por la estrecha relación del largometraje con Nueva York, no es casualidad que “Nadie Nos Mira” se estrene el 22 de abril en el prestigioso Festival de Cine de Tribeca, que arranca hoy.
“Es una buena manera de presentar la película a la ciudad y devolverle la película a la ciudad; que los latinos, los gays, las mujeres, los amantes del cine y la gente curiosa pueda recibir la película en el lugar en el que fue gestada”, concluyó.
