Por Wilson Ferreira
CIUDAD DEL ESTE
Los municipios brasileños aprovechan al máximo las playas artificiales creadas a partir del lago Itaipú, transformándolos en destino de turismo y recreo para vecinos de la Triple Frontera y otras regiones del Brasil, mientras, esas mismas costas en la margen paraguaya solo son explotadas por traficantes y contrabandistas a través de puertos clandestinos que operan al margen de la ley, proyectando una mala imagen para el país en el exterior.
Aunque las comparaciones son odiosas, en este caso la experiencia brasileña en el uso sustentable de las costas del enorme espejo de agua, formado a partir de la construcción de la represa hidroeléctrica Itaipú, es digno de destacar. Cada municipio se encarga de promocionar actividades deportivas y artísticas ya con miras al próximo verano y las fiestas de fin de año en sus diferentes playas.
En el lado paraguayo, recién ahora está en plena ejecución una costanera con playa en la ciudad de Hernandarias. En el Este llegó a funcionar una playa, construida por Itaipú y cuya administración pasó a manos del Municipio, que no supo aprovecharlo.
El Municipio de Santa Fe del Paraná también viene impulsando la construcción de una costanera con una playa. El proyecto está en poder de la Itaipú Binacional, sin respuesta hasta ahora.
En la margen brasileña el lago de Itaipú baña 15 municipios. Las terminales turísticas fueron levantadas con estructuras y equipamientos adecuados que no tienen nada que envidar a otros puntos veraneo del país vecino. Se destacan las playas de los distritos de Santa Teresita de Itaipú, San Miguel del Yguazú, Itaipulandia, Missal, Marechal Cándido Rondón, Santa Helena y Foz de Yguazú. Todos muy concurridos por paraguayos.
FáCIL. El acceso a estas playas es fácil y rápido. Entre Foz de Yguazú y Cascavel, por ejemplo, basta entrar por la BR-277 y seguir los carteles de señalización de la carretera. Cada una de ellas tiene sus características propias. Estos espacios de veraneo hacen que tener acceso a una playa deje de ser para quienes disponen de tiempo y dinero.
Sin dudas para esta temporada estival son una versión económica de veraneo en las playas artificiales del lago de Itaipú, que de un tiempo a esta parte se transformó en un destino alternativo de viaje para pobladores no solo de la región, sino también de visitas de otras partes del interior del Brasil, Argentina y Paraguay.
La construcción de esas playas solo fue posible gracias a la cesión de una faja de tierra perteneciente a la Itaipú en las márgenes de su embalse. Juntas, las 7 áreas de recreación instaladas entre Foz de Yguazú y Guaíra tienen infraestructura para recibir un promedio de 300.000 visitas en la temporada de verano, que se inicia en el mes de noviembre y por lo general se extiende hasta mediados de febrero.
El movimiento aumenta entre Navidad y Año Nuevo y también durante el carnaval, fecha que coincide prácticamente con la clausura de la temporada. En ese periodo, los visitantes habituales se suman a los participantes y público en las actividades deportivas desarrolladas por el Gobierno del estado de Paraná y por distritos afectados.