La mayor fiesta de nuestro fútbol tendrá una nueva edición esta tarde, cuando desde las 14.45, el Defensores del Chaco ponga frente a frente a Olimpia y a Cerro Porteño.
Un clásico siempre es un duelo muy apasionante, sin importar donde estén ambos equipos en la tabla de posiciones. La pasión que desata en los hinchas los colores hace que la fiesta en las gradas esté asegurada.
Pero en este caso, el atractivo se hace mayor por los condimentos que se presentan al tener a los dos equipos aún con chances matemáticas a pelear por el título. Por este motivo, es que este no será un superclásico más, pues el que pierda, prácticamente le dirá adiós a sus chances de seguir soñando con levantar el trofeo del Torneo Apertura.
sin tregua. Teniendo en cuenta esta situación (la lucha por seguir en carrera al título), es que se aguarda un duelo de ida y vuelta, sin especulaciones y con muchos espacios para que ambos intenten realizar su mejor repertorio.
La gran pregunta es, ¿quién llega mejor? y la respuesta solo se podrá tener una vez que comience a rodar el balón. Pero si tenemos en cuenta los antecedentes, la balanza se inclinaría hacia campamento franjeado.
La llegada de Éver Hugo Almeida a la dirección técnica le dio nuevos aires al equipo y eso lo demostró en el duelo pasado ante Capiatá. En base a buenas conexiones colectivas y altos rendimientos individuales, Olimpia, que prepara el mismo equipo, superó 5-1 al conjunto local, en un terreno siempre complicado.
En lo que respecta a Cerro Porteño, la última imagen puede no ser la más alentadora. El conjunto que dirige Gustavo Matosas cayó 2-1 ante Guaraní, juego donde mostró un primer tiempo para el olvido y levantó en el segundo en base a rendimientos individuales, donde sobresalió lo hecho por Rodrigo Rojas.
Para este duelo el adiestrador apuesta por una nueva figura, con tres centrales y dos carrileros. Jiménez por Alderete, Molina por Ruiz y Josué por Villalba, las novedades.
