Las multas por no respetar las paradas obligatorias entraron en vigencia el pasado lunes en la troncal que une la ruta Transchaco con las avenidas Artigas y Perú. En total son 45 las estaciones donde está permitido el ascenso y descenso de pasajeros, situadas en general cada 500 metros.
En la primera semana de controles se sacó de circulación a 39 unidades del transporte público cuyos conductores incumplieron la medida. Las empresas deben pagar una multa de 70 jornales mínimos, equivalente a unos G. 5 millones.
Sin embargo, hasta el momento solo se abonó por 9 infracciones de la totalidad de buses afectados. Los demás ómnibus seguirán en el corralón hasta tanto los transportistas no se hagan cargo de las multas, informó a ULTIMAHORA.COM el viceministro de Transporte, Agustín Encina.
Las empresas que ya pagaron las multas y retiraron sus buses son: Ciudad de Limpio (2 buses), Cotrisa (2), Ciudad de Luque (1), TTL S.A. (1), Capiatá S.R.L. (1), Ñandutí (1) y San Isidro (1).
Encina aclaró que de la totalidad de buses sancionados, 29 corresponden a empresas cuyos itinerarios son otorgados por la cartera de Estado, mientras que los 10 restantes son permisionarios de la Municipalidad de Asunción.
El Viceministerio de Transporte sanciona a la empresa cuyo chofer infringe la norma, saca de circulación el vehículo y lo lleva hasta el corralón, ubicado en la ciudad de Itauguá. En el caso de los ómnibus con permiso municipal, la Comuna sanciona a los choferes sin retener los buses.
SEGUNDA TRONCAL. El Plan de Adecuación de Paradas Obligatorias de Buses sobre la avenida Madame Lynch iniciará este lunes. Será la segunda vía en donde se aplique el proyecto.
Se otorgará un periodo de 30 días para la identificación de las paradas por parte de los choferes, así como para brindar información a los usuarios. Posteriormente se pasará a la implementación de las multas.
Para el inicio de este plan sobre de la avenida Madame Lynch se procedió a la capacitación de los choferes de las líneas 5, 15, 53, 44, 51, 53, 58, 101, 156, 232 y 233.
Este sistema que pretende mejorar el servicio de transporte constituye un cambio de hábito entre los usuarios, muchos de los cuales siguen reacios a adaptarse a esta modalidad.
Desde su implementación, persisten algunas deficiencias que van en perjuicio de los usuarios: la carencia de refugios en la avenida Artigas y la estrechez de las garitas construidas sobre la Transchaco, que no logran albergar mínimamente a la gran cantidad de pasajeros que se agolpan en varias paradas.
Entre los pasajeros consultados en la primera semana no surgieron expresiones de rechazo a la vigencia de paradas obligatorias; solo se exponen críticas por la excesiva distancia de ubicación unas de otras, que según el Viceministerio es de 500 metros, pero en algunas llega hasta 11 cuadras.