Esto obedece a la costumbre de los contribuyentes asuncenos de dejar para último momento la fiscalización de las condiciones técnicas de sus rodados, lo cual deriva en interminables filas, colapsando por completo el servicio de esta firma.
El gerente general de Ivesur, Diego Cabral, señaló que hasta hoy, de 30.000 automóviles, camiones y colectivos con patente capitalina, solo 2.500 pasaron para someterse al exhaustivo control.
“El promedio de vehículos que vienen por día oscila entre 60 y 65, que es muy bajo todavía. Teniendo en cuenta lo que viene sucediendo en años anteriores, esto es normal. Hay mucha gente que está de vacaciones en esta época”, dijo.
Agregó que las personas que se llegan hasta los talleres de Ivesur en los primeros meses de cada año son aquellas que deben viajar y necesitan poner en buen estado sus vehículos ya sea para salir al exterior o para ir de viaje por otras regiones del país o los extranjeros que tienen su habilitación en la capital.
FALLIDO. En otro momento, Cabral indicó que en el pasado plantearon ante la institución municipal un proyecto para que los dueños de máquinas se sometan al ITV de acuerdo a la terminación de sus respectivas chapas, para evitar el congestionamiento en este sitio de fiscalización.
El mismo dijo que esa calendarización haría que se superen los inconvenientes que se presentan anualmente, pero llamativamente no fue tenido en cuenta.
Asimismo, mencionó que otro hecho que conspira que la gente venga a tiempo a regularizar todo lo que tiene que ver con su rodado es que los controles en la vía pública por parte de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) empieza recién en el sexto mes del año, cuando vencen los plazos de pago.
“Es por eso que durante el resto del año, nuestros talleres se encuentran totalmente vacíos”, puntualizó.