Se trata de Gilberto Ramón Caballero, los hermanos Alex y José Dos Santos Andrade, ambos brasileños, y los hermanos Marcos Antonio y Luis Felipe Roca Ali, los dos de nacionalidad boliviana.
Todos ellos, el 21 de junio del 2016, habían amenazado en pleno juicio oral a las juezas Gloria Hermosa, Rosarito Montanía y Alba González, quienes les juzgaban por el tráfico de drogas.
Las amenazas quedaron asentadas en el acta del juicio, y la fiscala Nidia Fernández investigó la causa.
Los hombres fueron imputados por amenaza de hechos punibles, por lo que el caso cayó ante el juez de Garantías Julián López Aquino.
Los procesados habían sido detenidos en el Operativo Águila Negra, donde se incautaron 1.881 kilos de cocaína el 10 de noviembre de 2012, en el distrito de La Paloma del Espíritu Santo, en Canindeyú.
En el caso, el Tribunal de Sentencia condenó a Marco Antonio Roca Alí a 29 años de cárcel, más 5 por medidas de seguridad, y a su hermano Luis Felipe, 29 años.
Además, el financista, Gilberto Caballero, fue sentenciado a 29 años y medio, mientras que Alex Dos Santos Andrade recibió 28 años y José Antonio Dos Santos Andrade, 25 años.
La fiscala Fernández solicitó la aplicación del criterio de oportunidad debido a que los mismos ya cumplen altas penas de cárcel por el delito.
Con ello, señala que las penas por amenaza de hechos punibles son de 3 años de encierro, pena ínfima comparada con la que cumplen.
De esta manera, se aplicó el criterio de oportunidad, se dejó de perseguir el hecho punible y se los sobreseyó.