En relación al triple crimen en General Rodríguez explicó: “Soy inocente. El triple crimen tuvo una doble intención: separar a esta gente [las víctimas] del negocio y alejarme a mí también”. Los empresarios farmacéuticos Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina fueron asesinados en el 2008.
Añadió: “Hay mucha corrupción policial que todavía está en actividad y tengo miedo por mi familia. Mi ex mujer se cansó de hacer denuncias. Cuando estuve preso allá, me cansé de hacer denuncias, pero en ese gobierno nadie me prestó atención a las denuncias. Cuando estaba prófugo, la policía sistemáticamente la iba a apretar y torturar para sacarle plata; amenazó a mis hijos”.