Fue puesto el domingo bajo detención provisional por “financiación del terrorismo”, un delito que puede ser penalizado con entre 6 meses y 10 años de prisión, que incluye también tanto brindar como demandar dinero para un atentado. No obstante, según la Fiscalía de Sarrebruck, las investigaciones no demostraron ninguna preparación concreta de un ataque, y esta calificación penal no pudo aplicarse en este caso. El sospechoso pidió asilo a Alemania a fines de 2014. La investigación reveló los intercambios de este hombre, a través de la mensajería codificada Telegram, con un interlocutor sirio, que él sabía que estaba en condiciones de obtener del EI dinero para financiar el terrorismo. El sospechoso solicitaba 180.000 euros para suministrar y maquillar varios camiones repletos de explosivos, lanzarlos contra la muchedumbre y provocar numerosas muertos. afp