La concentración arrancó a las 12.30 horas (15.30 GMT) frente al Congreso argentino, convocada por sindicatos de la provincia de Buenos Aires y de la capital argentina, que reclaman un aumento de los salarios para 2017 de entre el 35 y el 40 %, frente al 18 % que, protestan, ofrece el Gobierno.
“Hay una intención manifiesta por parte del Gobierno de establecer un techo del 18 % a la negociación salarial que no refleja lo que se ha perdido durante 2016 por la inflación”, denunció en declaraciones a Efe Jorge Adaro, secretario general de Ademys, el principal sindicato de docentes de la capital argentina.
Adaro lamentó además la decisión del Gobierno de delegar en los ejecutivos provinciales la discusión con los sindicatos de las actualizaciones salariales anuales que se celebran en Argentina con motivo de la inflación, que el año pasado rebasó el 40 % y que en 2017 será de 17 % según los presupuestos generales.
“La responsabilidad que tiene el Estado nacional con la escuela pública es indelegable”, criticó el sindicalista, quien adelantó que estas medidas tomadas por el Gobierno de Mauricio Macri anticipan un “escenario de conflicto”.
De acuerdo con los cálculos de Ademys, en la capital argentina los maestros de la escuela primaria cobran de media unos 11.000 pesos (unos 690 dólares), que, denuncian, están más cerca de la línea de la pobreza que de la canasta básica familiar.
Según Adaro, aunque todavía tienen que discutir en asambleas en las escuelas las exigencias salariales que van a plantear al Gobierno de la ciudad, la petición rondará un aumento de entre el 35 y el 40 anual.
Otra de las peticiones que los gremios quieren trasladar al Gobierno es que las paritarias (como se denomina en Argentina a las actualizaciones anuales salariales) se puedan renegociar a lo largo del año en el caso de que la inflación se dispare con respecto a las perspectivas fijadas a finales de 2016 en los presupuestos.
También se adhirió a la protesta el principal sindicato de docentes de la provincia de Buenos Aires (SUTEBA), cuyo secretario general, Roberto Baradel, le exigió hoy al Gobierno un sueldo de 35 % para las paritarias del año que viene y amenazó con suspender el inicio de las clases si no se cumplen esos requisitos.
“Si en el Gobierno prima la lógica del ajuste, se complicará el inicio de clases”, aseguró el sindicalista en un comunicado en el que consideró que la meta de inflación de 17 % fijada por el Gobierno en los presupuestos es “ficticia” y que pretende “bajar los salarios de los trabajadores argentinos”.