J. EULOGIO ESTIGARRIBIA.
Hasta el momento, nada se sabe del militar desaparecido desde el domingo en esta ciudad. Varias son las hipótesis que manejan los investigadores en torno al caso que involucra al sargento primero Pedro Rodrigo Rivero Rojas, quien se desempeñaba como seguridad de la sucursal del Banco Nacional de Fomento en este distrito del Departamento de Caaguazú.
Para el fiscal Édgar Torales definitivamente no se trata de un secuestro por las evidencias manejadas.
Tras la declaración de sus dos compañeros de tarea, una hipótesis es que Rivero fue drogado tras una jornada festiva de la que habrían participado 2 mujeres y un cómplice alzándose con los dos fusiles M16 guardados en la habitación. La otra hipótesis apunta a una comercialización directa de las 2 armas de guerra con grupos delictivos que tienen raíces en esta parte del país. Uno de esos grupos pertenecería a conocidos asaltantes que estarían preparándose para fuertes golpes hacia fin de año.
Otro detalle investigado guarda relación a que Rivero Rojas estuvo integrando la Fuerza de Tarea Conjunta hasta hace un mes y que a kilómetros nada más de esta ciudad residen familiares de Magna Meza, del EPP.
Para la Policía destaca que en la habitación allanada de la vivienda alquilada por los custodios militares se haya encontrado una pistola con un contrato de compraventa del mismo. Con esta pista los de Investigación de Delitos sospechan que Rivero tendría como actividad paralela la comercialización de armas (pistolas y revólveres).