La floja presentación que se tuvo la semana anterior ante el Deportivo Capiatá se evidenció más ante las Águilas, que realizaron un planteamiento más que inteligente. Por más que Olimpia agrupó gente a la hora de marcar, otra vez la displicencia y la tremenda desatención fueron grandes factores para la floja tarea del Decano.
El panorama se inició complicado con el tanto de Alfredo Cano, de penal. Ese tanto le dio tranquilidad para manejar mejor el partido. Fue clave en las Águilas presionar en la mitad de la cancha para no darle mucha opción al equipo de Chiqui de tener claridad en ofensiva. Solo se rescata la labor de Luis Neri Caballero, que ganó en muchas acciones ante los centrales del General.
La preocupación se acentuó más cuando Julio Aguilar amplió la diferencia para el cuadro luqueño, que hasta ese momento tenía gran supremacía en el juego.
IGUAL. En la complementaria, con los ingresos de Cristian Riveros y William Mendieta, en los primeros quince minutos, Olimpia tuvo mayor reacción y acorraló al local. Pudo descontar mediante Alejandro Silva desde los doce pasos. Sin embargo, de a poco el rendimiento fue bajando y con una defensa más que abierta se expuso a los contragolpes.
Fue allí que nuevamente, los dirigidos por Humberto García retomaron lo hecho en la primera etapa y lograron la contundencia para cerrar el partido. Bernardo Medina, el golero que siempre tiene un duelo aparte con los hinchas de Olimpia, anotó el tercero de penal.
Cerca del final del encuentro, Héctor Sanabria dio el golpe de gracia, para que Chiqui no siga en Olimpia y profundice mucho más la crisis futbolística del Decano que tendrá una semana bastante complicada.