El martes por la noche estallaron choques entre manifestantes palestinos y fuerzas de seguridad israelíes cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se sitúa la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar sagrado del islam.
Los fieles musulmanes siguen rechazando entrar en la Explanada y el miércoles, como en los días precedentes, rezaban en las calles adyacentes.
Las autoridades israelíes instalaron detectores de metales en los accesos a la Explanada de las Mezquitas el 16 de julio, dos días después de que dos policías israelíes murieran a manos de tres árabes israelíes, que según las autoridades escondieron sus armas en la Explanada.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan consideró que la decisión de Israel de retirar los detectores de metal de la entrada de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén era una “buena” medida pero insuficiente.
“Es absurdo que el gobierno turco, que ocupa el norte de Chipre, reprime brutalmente a la minoría kurda y encarcela a periodistas, de lecciones a Israel, la única democracia verdadera de la región”, señaló en un comunicado el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel Emmanuel Nahson, que añadió que “se acabaron los días del Imperio Otomano”. afp-efe